Tabla de tallas

Talla
50/56 62/68 74/80 86/92 98/104 110/116 122/128 134/140 146/152 158/164
Altura corporal en cm 50-56 57-68 69-80 81-92 93-104 104-116 117-128 129-140 141-152 153-164
Edad aprox. 0-3 meses 3-6 meses 6-12 meses 1-2 años 3-4 años 4-6 años 6-8 años 9-10 años 11-12 años 13-14 años
Contorno de cabeza en cm 36-38 39-41 42-44 45-48 49-50 51-52 53-54 55-56

55-56

55-56

El cuidado adecuado del algodón

Recomendamos lavar a 30 grados Celsius para evitar que la ropa encoja y que los estampados, que en los productos certificados GOTS son a base de agua, se mantengan. Aun así, es normal que el algodón encoja hasta un 5% en el primer lavado. Los productos pueden meterse en la secadora, aunque es preferible secarlos al aire en el tendedero. Es mejor para el medio ambiente y la ropa sufre menos. El giro en la secadora somete la ropa a un mayor desgaste y puede provocar que se formen bolitas más fácilmente. El forro polar de algodón se siente especialmente suave antes del primer lavado, pero este efecto disminuye ligeramente después de lavar por primera vez. 

El forro polar de algodón no posee las mismas características que el polar sintético. Tras el primer lavado se vuelve algo más compacto y desarrolla una ligera textura afelpada en la superficie. Es importante no lavar el forro polar de algodón con suavizantes ni detergentes para lana, ya que las grasas que contienen pueden apelmazar aún más las fibras de algodón. 

Algunos de nuestros productos de algodón cuentan con un acabado repelente al agua (Bionic Finish Eco). Con este acabado, el agua que cae sobre la prenda resbala. Sin embargo, en contacto prolongado con el agua, por ejemplo al sentarse en hierba mojada, el agua puede llegar a penetrar. Para estos casos se necesita ropa impermeable. El acabado Bionic Finish Eco no necesita renovarse, dura toda la vida útil del producto. Tolera el calor, por lo que la secadora no le afecta. Sin embargo, recomendamos igualmente secar la ropa al aire en el tendedero.


El cuidado adecuado de la lana 


Para conservar la calidad de la lana, es importante lavarla lo menos posible. La lana tiene propiedades autolimpiantes, por lo que a menudo basta con ventilar la prenda. 

Si es necesario lavar la prenda, se recomienda hacerlo a mano o en el programa de lana de la lavadora con agua fría. Es fundamental usar un detergente especial para lana sin enzimas para no dañar las fibras naturales. Es importante no centrifugar la lana. Cualquier manipulación externa (frotar, restregar, retorcer o cepillar durante el lavado a mano) puede apelmazar la lana. En el programa de lana, la prenda solo se mueve en el agua, pero no se centrifuga. 

En el lavado a mano, debe enjuagar la lana tras el lavado con agua clara a la misma temperatura para evitar que se encoja. Presione suavemente el agua y dé forma al producto cuando aún esté mojado. 

No seque los productos de lana al sol, sobre el radiador ni en la secadora, sino sobre una toalla de rizo a la sombra y en un lugar bien ventilado. 

El pilling, es decir, la formación de pequeñas bolitas en la superficie, es un fenómeno natural en el forro polar de lana que se produce por fricción. Es algo normal en este material y no afecta su funcionalidad. Para mantener el aspecto y la función del tejido, se pueden eliminar cuidadosamente las bolitas con un peine especial para lana o una maquinilla quitapelusas. Es importante hacerlo con delicadeza para no dañar las fibras. Un cuidado regular y evitar un uso excesivo, como frotar en exceso o lavar frecuentemente, ayuda a minimizar el pilling y prolongar la vida útil del forro polar de lana.